China apuesta por la energía espacial y quiere construir la primera central eléctrica fuera de la Tierra
Los científicos ya han comenzado la construcción de una base experimental en la ciudad de Chongqing, en el oeste de China.
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Las ambiciones espaciales de China están ascendiendo a una órbita más alta.
Después de su exitoso viaje a la otra cara de la luna, China se está preparando para construir una central de energía solar en el espacio en un intento de la segunda economía del mundo de pulir sus credenciales de superpotencia. Con un presupuesto anual de US$8.000 millones para su programa espacial, una cifra superada solamente por Estados Unidos, China está tratando de competir con su rival por la hegemonía económica, militar y tecnológica del globo.
Los científicos ya han comenzado la construcción de una base experimental en la ciudad de Chongqing, en el oeste de China. Inicialmente, tienen previsto desarrollar una central eléctrica más pequeña en la estratosfera entre 2021 y 2025, una instalación solar de 1 megavatio capacidad en el espacio para 2030 y, posteriormente, generadores mayores, según la publicación estatal Science and Technology Daily.
Éste es un resumen de lo que China ha estado haciendo en el espacio:
Exploración lunar
Los científicos espaciales chinos lograron aterrizar con éxito una sonda lunar en el otro lado de la luna el 3 de enero, culminando una serie de misiones. El aterrizaje en la región inexplorada permitirá al rover Chang'e-4 estudiar mejor la Luna debido a la falta de interferencia electromagnética de la Tierra. El vehículo está equipado con un espectrómetro de radio de baja frecuencia para ayudar a los científicos a comprender "cómo se encendieron las estrellas más tempranas y cómo nuestro cosmos emergió de la oscuridad después del Big Bang", según la agencia de noticias oficial de China, Xinhua.
Brotes verdes
Con reminiscencias a la película de ciencia ficción "The Martian" de 2015, protagonizada por Matt Damon, la misión lunar de China también está probando si la luna estéril puede soportar la vida. Las fotos enviadas desde Chang'e-4 el mes pasado mostraron la primera hoja verde de las semillas de algodón nueve días después de que se iniciara el experimento, según la Universidad de Chongqing, que condujo el proyecto biológico. La misión llevó algodón, canola, patata, levadura y mosca de la fruta.
Más misiones
China planea otras misiones. Se están preparando cuatro versiones más de la sonda Chang'e, y al menos dos de ellas planean un aterrizaje en el polo sur de la Luna, según Wu Yanhua, vice administrador de la Administración Nacional del Espacio de China. La agencia también explorará la creación de una base de investigación en la Luna. Una sonda a Marte es probable para finales de esta década.
Estación espacial
China pretende construir su propia estación espacial hacia 2022. Con el nombre de Tiangong, o Palacio Celestial, tendrá un módulo central y otros dos módulos para experimentos. La estación tendrá un peso total de 66 toneladas y podrá transportar a tres personas, con un ciclo de vida de al menos 10 años. La instalación se usaría para la investigación científica en unas doce áreas que incluyen biología, física y ciencias de los materiales.
Cohetes privados
El presidente Xi Jinping ha relajado el monopolio del Gobierno en los lanzamientos espaciales, alentando así la creación de pequeñas empresas domésticas que sueñan con desafiar a empresas como Space Exploration Technologies Corp. de Elon Musk, Blue Origin de Jeff Bezos o Virgin Galactic de Richard Branson. Las nuevas empresas están recibiendo financiamiento de inversores de capital riesgo y de capital privado con sede en China y también pueden confiar en la experiencia de los científicos de cohetes del programa espacial de China.
GPS Challenger
China está llevando su rivalidad con Estados Unidos al espacio. El país asiático está invirtiendo al menos US$9.000 millones en la construcción de un sistema de navegación a fin de reducir su dependencia del GPS de propiedad estadounidense, cuyos satélites emiten datos de ubicación utilizados por teléfonos inteligentes, sistemas de navegación para automóviles, el microchip que lleva su perro y los misiles guiados. Y, todos esos satélites están controlados por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, lo que incomoda al Gobierno chino. Por ello, ha desarrollado una alternativa llamada Sistema de navegación Beidou, que en el futuro proporcionará una precisión de posicionamiento de 1 metro o menos con el uso de un sistema de apoyo en tierra.
Basura espacial
La potencia asiática está desarrollando capacidades espaciales sofisticadas como la "inspección y reparación de satélites" y la eliminación de basura en órbita, "al menos algunas de las cuales también podrían funcionar" como armas contra los satélites estadounidenses, ha dicho este mes la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dice que las acusaciones de Estados Unidos son "infundadas".